Las autoridades migratorias dominicanas negaron la entrada al país a Jeffrey Epstein el 19 de febrero de 2019, luego de que el financiero estadounidense aterrizara en el Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón a bordo de su avión privado, debido a su condición de agresor sexual registrado en Estados Unidos, según consta en documentos judiciales divulgados posteriormente.

Epstein había notificado con antelación su intención de realizar una visita de un solo día a Puerto Plata. El 16 de febrero de 2019, tres días antes del vuelo, envió un correo electrónico a Shani Pinney, responsable del Registro de Delincuentes Sexuales del Departamento de Justicia de las Islas Vírgenes estadounidenses, informando su itinerario completo.

En el mensaje detalló que viajaría en su aeronave privada con matrícula N212JE, que aterrizaría en Puerto Plata alrededor de la 1:00 de la tarde, y que regresaría ese mismo día a Palm Beach, Florida, donde permanecería hasta el 22 de febrero antes de continuar hacia Nueva York y posteriormente París.

Sin embargo, al aterrizar en Puerto Plata el 19 de febrero, las autoridades dominicanas lo retuvieron durante varias horas y finalmente le negaron la entrada al país, obligándolo a regresar de inmediato a Estados Unidos en la misma aeronave.

De acuerdo con una carta enviada semanas después por la defensa de Epstein al Departamento de Justicia de las Islas Vírgenes (USVIDOJ), el rechazo migratorio se produjo porque las autoridades dominicanas no habían sido notificadas previamente sobre la llegada de un agresor sexual registrado. El documento sostiene que esa notificación debía haber sido realizada por la oficina estadounidense correspondiente y que la omisión provocó el incidente.

El expediente indica que Epstein no llegó a abandonar el aeropuerto ni se le imputó delito alguno en territorio dominicano, limitándose el caso a una inadmisión migratoria.

.El episodio en Puerto Plata tuvo repercusiones inmediatas en el régimen de supervisión al que estaba sometido Epstein en Estados Unidos. En una comunicación fechada el 14 de marzo de 2019, la entonces fiscal general interina de las Islas Vírgenes, Carol Thomas-Jacobs, revocó el procedimiento flexible de notificación de viajes que había estado vigente durante años.

A partir de entonces, se le exigió a Epstein comparecer en persona con al menos 21 días de antelación para cualquier viaje internacional, entregar un itinerario detallado y notificar presencialmente cualquier modificación. El uso del correo electrónico quedó limitado a casos en los que ya se encontrara fuera del territorio.

Intercambio de correos y ajustes de itinerario

El expediente judicial incluye una extensa cadena de correos que refleja confusión y desacuerdos administrativos. El 21 de febrero de 2019, el abogado Darren Indyke notificó cambios en el itinerario de Epstein, extendiendo su estancia en Palm Beach y confirmando posteriores vuelos a Nueva York y París.

Al día siguiente, Pinney respondió señalando que no había recibido los detalles del viaje y recordando que Epstein debía presentarse en persona para cumplir con el registro. En el mensaje se indicaba que, en ausencia de la funcionaria, cualquier investigador del Departamento podía atender el trámite.

Entre los documentos figura también el correo original del 16 de febrero, reenviado como prueba, en el que Epstein comunicaba su plan completo de viaje, argumento central de su defensa para sostener que había notificado con antelación suficiente.

 

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