El niño de cuatro años que fue alcanzado por una bala dentro de su vivienda, en la comunidad Villa Guerrero, en la provincia El Seibo, permanece estable tras sufrir severas lesiones en el intestino.
El hecho ocurrió alrededor de las 5:00 de la tarde de ayer lunes, cuando el menor se encontraba viendo televisión en el interior de su humilde hogar de madera y zinc. Según relató a Diario Libre su abuela materna, Marcia Mejía, el proyectil le atravesó el cuerpo, causándole graves daños internos.
De acuerdo con su testimonio, la madre del niño había llegado de trabajar y se encontraba cocinando cuando salió brevemente al patio a hablar con su abuela. Minutos después se escucharon varios disparos en la calle, sin que imaginaran que uno de ellos penetraría la vivienda.
Instantes más tarde, el niño comenzó a quejarse de dolor. La bala “entró cerca de la nalga y salió por el otro lado”, provocando múltiples perforaciones en el intestino, según Marcia.
“El médico dice que tenía ocho hoyos en el intestino”, explicó la abuela, al referirse a la compleja cirugía a la que fue sometido el niño, a quien tuvieron que reducirle el órgano.
Tras resultar herido, el menor fue trasladado de urgencia al hospital Dr. Teófilo Hernández, en El Seibo, y posteriormente referido al Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral, en Santo Domingo, donde recibió atención especializada debido a la gravedad de las lesiones.
“Ahora está estable, gracias a Dios”, expresó Marcia, visiblemente afectada, pero agradecida por la evolución del pequeño. Indicó que, además de las lesiones intestinales, la bala también rozó a la madre del niño al salir del cuerpo del menor, provocándole una quemadura en un pie.
Los disparos
Sobre las circunstancias del hecho, la abuela señaló que los disparos supuestamente se habrían producido durante una persecución entre presuntos antisociales en la zona. Aseguró que el momento pudo haber quedado captado por una cámara de seguridad de una banca de loterías cercana, aunque la familia aún no ha presentado una denuncia formal a la espera de obtener los videos.
El padre del niño, Marcos Mateo, explicó que se encontraba trabajando en Bávaro, provincia La Altagracia, cuando ocurrió el incidente, y que al enterarse se trasladó de inmediato al hospital. “En el momento me bloqueé por completo; lo único que quería era ir a ver al niño y salir para el hospital”, manifestó, al tiempo que pidió que las autoridades asuman el caso.
Las autoridades policiales informaron que mantienen las investigaciones para esclarecer las circunstancias en que ocurrió el incidente y dar con los responsables.
Mientras el menor continúa su proceso de recuperación, su familia reclama mayor control y acciones concretas para frenar la violencia que afecta a la comunidad.
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