Santo Domingo.– Entre aplausos, abrazos y emociones encontradas, los estudiantes graduados de la Fundación Hestia coincidieron en sentirse “orgullosos y realizados” tras culminar su proceso formativo, una meta que describen como un desafío lleno de sacrificios, especialmente por tener que levantarse temprano los domingos para asistir a clases.
Para muchos, compatibilizar horarios laborales, responsabilidades familiares y el compromiso con la formación fue la parte más retadora, pero al mismo tiempo, el motor que los mantuvo en pie hasta recibir su certificado este sábado.
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Cristina Carmona afirmó que lograrlo “es un sueño cumplido” y que, aunque hubo momentos de cansancio, “la satisfacción final hace que todo valga la pena”.
Mientras que José Miguel Carrasco destacó la disciplina como su mayor aliada.
“Lo más difícil era salir temprano los domingos, pero hoy puedo decir que valió cada minuto de desvelo”.
Para Brandon Caminero, avanzar en su formación le abre puertas que antes veía distantes.
“Este certificado representa esfuerzo, constancia y ganas de ser mejor”, expresó.
Otra de las egresadas, Elisamar Ubri, quien recibió su título como bartender, aseguró sentirse emocionada por las oportunidades laborales que ahora se expanden frente a ella.
Los estudiantes coincidieron en que el apoyo de sus familiares fue clave para no rendirse, y que la experiencia los motivó a seguir estudiando y apostando por su crecimiento profesional.
Autor: Ana Laura López
Fuente: deultimominuto.net
