El mercado le perdona la vida en Bahoruco
En la provincia Bahoruco, donde las cifras oficiales llegan tarde y los discursos casi nunca llegan, vive Gringulina. Tiene tres hijos, un minifundio fatigado y un chivo flaco que funciona…
En la provincia Bahoruco, donde las cifras oficiales llegan tarde y los discursos casi nunca llegan, vive Gringulina. Tiene tres hijos, un minifundio fatigado y un chivo flaco que funciona…